DeMarcus Lawrence tiene razón: en la NFL no hay equipos de élite. Incluso el mejor sufre para ganarle al más débil.
No es bueno, ni es malo. Es simplemente la realidad de la liga. Nos guste o no.
"No siento que nadie en esta liga sea de élite", dijo Lawrence al final del juego que Dallas perdió 24-19 ante Pittsburgh. "Cuando ves su calendario o su récord, su récord podría ser diferente. Pero, claramente, al ver el juego de hoy, nadie es élite. Todo el mundo tiene oportunidad de ganar".
Se suponía que el juego de ayer en Dallas iba a ser una paliza. Los invictos Steelers fueron marcados favoritos por 14.5 puntos ante la peor versión de los Cowboys desde 1989, cuando terminaron 1-15.
Se suponía que antes del medio tiempo habríamos abortado la misión, cambiado de canal y buscado otro juego. Quizá el de Dolphins y Cardinals, muy entretenido, por cierto.
Pero no, la mayoría de nosotros se quedó en el Pittsburgh-Dallas hasta la última jugada, porque si el pase de Garrett Gilbert (el cuarto quarterback que ha usado Dallas en la campaña) hubiese encontrado manos amigas, el equipo de "La Estrella Solitaria" habría dado la mayor sorpresa de la temporada.
Afortunadamente para los Steelers, el safety Minkah Fitzpatrick desvió la espiral que buscaba al novato CeeDee Lamb en las diagonales y ahora Pittsburgh está 8-0 por primera vez en la historia de la franquicia.
Pero para evitar un ridículo en Arlington, el equipo del coach Mike Tomlin sufrió las de Caín.
Ante la que sin discusión en la peor defensa de la liga, Pittsburgh apenas generó 46 yardas terrestres y convirtió 38.4% (5 de 13) en tercer down.
Los Steelers entraron al último cuarto con desventaja de 10 puntos y se fueron arriba en el marcador por primera vez en el partido cuando sólo restaban 2:14.
Luego, una controversial llamada en cuarto down de Tomlin en la yarda 15 de Dallas, le dio vida a los Cowboys. En lugar de intentar un gol de campo que habría aumentado su ventaja a 8 puntos, el coach de los visitantes decidió jugársela y el intento de carrera de James Conner se convirtió en una pérdida de cuatro yardas, gracias al buen trabajo de Randy Gregory.
Pero la defensa de los Steelers resistió el último embate comandado por el desconocido Garrett y todo quedó en anécdota. Y en un buen susto, claro.
LOS "MEJORES" DE LA NFC
Los campeones Kansas City Chiefs también sufrieron hasta la última jugada para vencer en casa a los Carolina Panthers, underdogs por 10 puntos en Arrowhead. Al final, Patrick Mahomes y compañía hicieron más jugadas y escaparon con su octavo triunfo de la campaña.
Seattle y Tampa Bay no pueden decir lo mismo.
Se supone que Seahawks y Buccaneers son los dos mejores equipos de la Conferencia Nacional, pero ayer ambos perdieron de manera escandalosa, particularmente los Bucs.
La defensa de Seattle no hizo el viaje a Buffalo, donde Josh Allen pasó para 415 yardas, con tres touchdowns y rating de 138.5 en el triunfo de los Bills, 44-34.
Allen se convirtió en el primer quarterback desde 1966 con al menos dos juegos en una misma temporada con 400 o más yardas aéreas, tres touchdowns, sin intercepciones y rating de 130.
Para el coach Pete Carroll la derrota fue tan humillante como histórica. Es la mayor cantidad de puntos que ha permitido un equipo dirigido por Carroll desde noviembre de 2009, cuando estaba en USC y aceptó 55 puntos a Stanford.
"No reconozco ese juego. No nos hemos visto así. No tengo ningún lugar en mi cerebro para ese juego", dijo Carroll. "Lo hicieron ver fácil".
Y lo de Tampa fue una masacre.
Los Saints destruyeron 38-3 a Tom Brady y compañía en uno de los juegos más dominantes de New Orleans en la historia de la franquicia.
Brady fue limitado a 209 yardas, interceptado tres veces, con tres capturas y otros nueve golpes, incluidos cuatro de David Onyemata.
Los únicos puntos de Tampa Bay llegaron a 6 minutos del final del juego y el equipo del coach Bruce Arians impuso un infame récord al intentar únicamente cinco carreras en todo el juego, lo más bajo en la historia de la liga.
Tampa Bay se fue 1/9 en conversiones de tercer down y 0/3 en cuarto down.
"Fue impactante", dijo Arians. "Le doy crédito a New Orleans. Nos patearon el trasero en cada fase… Todo. Ofensiva, defensiva, equipos especiales".
Es la primera vez que Brady sufre tres intercepciones en un mismo juego desde 2011 y ahora el legendario quarterback sabe lo que es ser "barrido" por un rival divisional en campaña regular, algo que jamás experimentó en 20 años con los Patriots.
Los Saints terminaron con una racha de tres victorias de los Bucs y, lo más importante, cambiaron la narrativa en la Conferencia.
La pregunta ahora es: ¿Cuál es el mejor equipo de la NFC?