En medio de los festejos de los Buccaneers tras obtener su segundo título de la NFL, una mala noticia ha sacudido a la liga. Este martes se informó del fallecimiento del exentrenador Marty Schottenheimer a los 77 años.
De acuerdo con múltiples reportes, Schottenheimer murió la noche del lunes en una casa de cuidados ubicada en Charlotte, Carolina del Norte, por complicaciones derivadas a la enfermedad de Alzheimer.
El otrora entrenador en jefe de Browns, Chiefs, Redskins y Chargers, fue internado en la mencionado institución el pasado 30 de enero; sus problemas de salud se remontan a 2014.
"Nuestra familia y el reino de los Chiefs lamenta la pérdida de Marty Schottenheimer y nuestras plegarias y condolencias están con Pat y toda la familia Schottenheimer. Marty será recordado como uno de los grandes entrenadores en la historia de la NFL, pero su legado va más allá de su récord de victorias. Fue un líder apasionado que se preocupó por sus jugadores y entrenadores, y su influencia en el deporte aún puede verse en los distintos cuerpos de entrenadores alrededor de la liga", expresó Clark Hunt, dueño de los Chiefs, en un comunicado de prensa.
Legado digno de Canton
La primera oportunidad de Schottenheimer al frente de una organización fue en 1984 con los Browns, organización con la se mantuvo por cinco años para migrar a los Chiefs. En Kansas City estuvo por 10 años (hasta 1998) y tras un descanso regresó a la liga con los entonces Redskins en 2001. Una campaña después tomó las riendas de los Chargers y al término de la temporada 2006 optó por el retiro.
De por vida, Schottenheimer registró una marca de 200 victorias, 126 derrotas y un empate, lo que al momento de su retiro lo tenían como el sexto entrenador más ganador en la historia ─fue separado por Andy Reid y Bill Belichick. Además, durante 21 años como entrenador solo registró dos temporadas con marca perdedora y cuatro con foja de .500.
Su único pendiente fue tener mejores números en postemporada. En total tuvo 13 apariciones en playoffs, durante los cuales diputó 18 partidos (balance de 5-13) y alcanzó el campeonato de la AFC en tres ocasiones, dos en Cleveland y una con Kansas City.
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