Los Colts pusieron el futuro de su franquicia en las manos de un quarterback con un largo historial de lesiones cuando adquirieron a Carson Wentz en un canje con los Philadelphia Eagles hace unos meses.
El lunes, Indianapolis tomó un paso importante para proteger su inversión al adquirir al tackle izquierdo Eric Fisher en un contrato por una temporada y 9.4 millones de dólares para ser el guardaespaldas del lado ciego de Wentz, según diversos reportes.
Fisher, primera selección global en el Draft de 2013, es una adquisición que satisface de un plumazo muchas de las necesidades de los Colts, siendo la más evidente la protección que brinda a un jugador del que dependen buena parte de las esperanzas de la organización a mediano y corto plazo.
Wentz, quien fue perdiendo confianza paulatinamente hasta que le costó la titularidad el año pasado, viene de una temporada en la que fue capturado 50 veces en apenas 12 partidos con los Eagles, por lo que una protección de primera línea era primordial en los planes de Indy.
Pero ese no es el único hueco que llena Fisher con los Colts.
El excampeón con los Chiefs se establecerá de inmediato como titular en el tackle izquierdo, lo que les permite a los Colts encontrar un reemplazo sólido y costeable a la salida de Anthony Castonzo, quien anunció su retiro luego de una década en la NFL.
De igual manera, la llegada de Fisher evita que Indianápolis se vea obligado a hacer un movimiento que nunca quiso hacer en primera instancia. Una vez que Castonzo se despidió de los emparrillados, el plan del gerente general Chris Ballard siempre fue colocar en su lugar a Quenton Nelson, indiscutiblemente el mejor guard de la NFL. Si bien, dadas las condiciones que ha desplegado Nelson a lo largo de su carrera es posible que haya tenido éxito en la posición, la máxima señala que, si algo no está roto, no lo compongas.
En lugar de mover a Nelson a una nueva posición y exponerse a perder a su mejor liniero, los Colts suman a un veterano de calidad comprobada en la posición, como lo es Fisher y sus dos viajes al Pro Bowl y una sortija de Super Bowl en su colección de joyería.
La única duda que persiste en Indianápolis es si Fisher estará completamente recuperado para el inicio de la temporada regular luego de sufrir un desgarre en el tendón de Aquiles que sufrió durante la Final de la AFC la campaña pasada, lo que le impidió jugar en el pasado Super Bowl con resultados catastróficos para Kansas City.
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