En su primera campaña en Orchard Park, Stefon Diggs probó ser uno de los receptores más efectivos de la NFL. No obstante, el cierre de su temporada con los Bills fue más complicado de lo esperado.
A través de su cuenta de Twitter el producto de Maryland informó que jugó la postemporada de 2020 con una lesión muscular. "Tenía un oblicuo desgarrado, pensé que era mentalmente fuerte. Pero Beasley es realmente diferente", explicó.
A pesar de jugar limitado en los tres encuentros que Buffalo disputó en los playoffs (victorias sobre Colts y Ravens, y derrota ante los Chiefs) Diggs se las arregló para conseguir 20 recepciones, 311 yardas y dos touchdowns.
Pero su desempeño en la fase de eliminación directa es solo un reflejo de una campaña de de ensueño. En total, el wide receiver de 27 años amasó 127 atrapadas, 1,535 yardas, ocho anotaciones, su primera invitación al Pro Bowl y designación al primer equipo All-Pro.
Rotación herida
No solo Diggs tuvo problemas de salud en la recta final del campeonato dentro del cuerpo de receptores de los Bills. Cole Beasley sufrió una fractura de peroné desde la semana 16 de la temporada regular y jugó con dolencias todos los playoffs, algo que destacó Diggs en su tuit.
Asimismo, el novato Gabriel Davis sufrió una lesión de tobillo en el compromiso de ronda divisional contra los Ravens. Dicha molestia lo dejaron prácticamente sin actividad en el campeonato de la AFC.
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