Tras 20 campañas como profesional Drew Brees dejó la NFL como el pasador más prolífico que ha pisado un emparrillado. No obstante, la última campaña del egresado de Purdue estuvo plagada de dolor.
De acuerdo con The Athletic, durante un torneo de caridad de golf Brees reveló que solo pudo disputar un encuentro sin molestias por lesiones y añadió que hizo todo lo posible para mantenerse en el emparillado a pesar de las dolencias.
"Seré honesto. Solo me sentí bien en un juego, durante la semana 4 contra los Lions, desde la perspectiva de que todas las cosas estaban en orden. Tuve muchas limitantes a lo largo de la campaña. Es muy difícil para alguien competitivo. Es difícil saber lo que puedes hacer y no lo tienes permitido por las lesiones. Tenías inflamación en la planta del pie, molestias en el hombro, costillas rotas y un pulmón perforado", desarrolló.
Esas lesiones finalmente marginaron a Brees durante la temporada. El pasador se perdió los encuentros entre la semana 10 y la 13 por un pulmón colapsado y 11 costillas fracturadas.
Máximo esfuerzo
Por otra parte, Brees aseguró que a pesar de las limitaciones físicas que tuvo hizo su mejor esfuerzo para que los Saints consiguieran su cuarta corona divisional consecutiva ─primera con Tom Brady en el sector.
"Todo lo que hace un quarterback es rotar. Si no puedes hacerlo como quieres tienes que ajustar. Todo se hace más difícil. No podía lanzar. Es más difícil jugar así. Tienes que encontrar la manera de seguir. Siento que lo hice bien, pero fue complicado", explicó.
A pesar de su baja por cuatro encuentros, Brees se las arregló para pasara para 2,942 yardas, 24 pases de anotación y solo seis intercepciones; lo que valió ser el vigésimo en yardas, décimo octavo en touchdowns y trigésimo tercero en entregas de balón.
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