Con tres años en la NFL y un 2020 coyntural en su carrera, los Bills ya han comenzado a pensar en una extensión de contrato para Josh Allen. Por el momento Buffalo ya tiene una condición: no a la etiqueta de jugador franquicia.
En entrevista para The Ringer, el producto de Wyoming calificó a la designación como un "asco". Agregó que desde su perspectiva esos contratos por una campaña no son benéficos para ninguno de los involucrados y aseguró que Dak Prescott y Kirk Cousins actuaron mal al aceptar la etiqueta.
"No creo que sea bueno para el equipo o para el jugador. Debo investigar más sobre el tema, pero si ves a los jugadores que han sido etiquetados en la posición de quarterback, como Dak Prescott o Kirk Cousins, podrías decir que pudieron firmar un año antes", desarrolló.
Para fortuna de los Bills todavía existen mecanismos antes de pensar en el jugador franquicia. Si no consiguen un pacto a largo plazo para Allen durante esta temporada baja pueden ejercer la cláusula de quinto año en el pacto de novato del pasador (reclutado en la primera ronda del draft), la cual tiene un valor de 23 millones de dólares. Con lo anterior comprarían tiempo para mantener las negociaciones un año más.
Allen, sin prisa
Por otra parte, al ser cuestionado sobre una extensión de contrato Allen indicó que quiere participar en las pláticas entre su representante y la gerencia de los Bills pero se mostró paciente con relación a las negociaciones. Finalizó mostrando su aprecio por el equipo de Buffalo.
"Cuando suceda, pasará. Hay diferentes maneras de negociar eso. Me encanta jugar. Quiero estar presente en las negociaciones. Para eso tienes un agente y por eso hay gente como Brandon Beane y Joe Schoen en la gerencia. Ellos afinarán detalles y si podemos conseguir algo pronto. Me encantaría estar en Buffalo por mucho tiempo", sentenció.
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