Como consecuencia de la contingencia por COVID-19, la NBA, MLS, MLB y otras ligas y eventos deportivos tacharon con una enorme cruz sus calendarios previo a los idus de marzo con la esperanza de reanudar sus encuentros en el algún punto próximo.
Por otro lado, la NFL corrió con suerte de que los efectos de la pandemia global por coronavirus llegaran a Estados Unidos después de que Patrick Mahones y Kansas City Chiefs levantaran el trofeo Vince Lombardi en el Hard Rock Stadium el 2 de febrero.
A casi cuatro meses de iniciar la temporada, el jueves 10 de septiembre, la NFL considera que su barco va viento en popa, planea jugar la temporada a cabalidad como cualquier otro año.
Brian McCarthy, vocero de la liga, ya había mencionado que desde enero de este año esperaban emitir el calendario después de haber anunciado a Mr. Irrelevant. Sin embargo, por en caso de requerirlo de esa manera, la NFL tiene también planes de reemplazo.
"El calendario se anunciará con normalidad, pero también estamos en la elaboración de planeación responsable y razonable como siempre lo hacemos, dentro de las operaciones del juego", expresó el vicepresidente ejecutivo de la NFL, Troy Vincent, en exlusiva para AP.
"Con base en lo que sabemos de parte de la comunidad médica y cómo la gente está sobrellevando esto desde casa, estamos siendo deliberados con planeación coherente sobre lo que puede funcionar en nuestro ambiente y lo que podemos incorporar para proteger la salud y seguridad de todos los involucrados", añadió Vincent.
Posibles soluciones
Al momento, es de dominio público que existe la posibilidad de que la liga juegue con estadios vacíos o bien que limite la asistencia de sus aficionados. De igual manera en caso de necesitarse, podrían aplazar el Super Bowl en Tampa Bay a finales de febrero.
En caso de que la temporada tuviera que retrasarse o reajustarse, el sindicato de jugadores (NFLPA, por sus siglas en inglés) tendría que secundar la opción.
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