Uno de los grandes problemas de la NFL en términos sanitarios son las conmociones. A pesar de las medidas de la liga para reducir los contactos que produzcan daños permanentes en el cerebro, la afección sigue causando bajas profesionales.
Este martes, según informó ESPN, el tight end Jordan Reed informó que decidió retirarse de la NFL a los 30 años debido a las secuelas de haber sufrido múltiples conmociones cerebrales durante su carrera profesional.
"Estaba muy seguro de que seguiría jugando; me sentía bien. Pero empecé a tener efectos prolongados, busqué ayuda profesional para ser diagnosticado. Me dijeron que no era buena idea seguir jugando. Estuve de acuerdo con ellos", explicó el egresado de Florida.
Asimismo, explicó que en caso de haber recibido un pronóstico más alentador, hubiera regresado a la NFL. Ante el riesgo de desarrollar traumatismo craneoencefálico debido a las conmociones Jordan optó por tener una mejor calidad de vida y evitar las secuelas del CTE, que pueden manifestarse como Parkinson o demencia.
"Antes, cuando tenía una conmoción, me sentía mejor después de un rato y no había efectos", desarrolló. "Si no hubiera tenido síntomas, me hubiera mantenido jugando. Estoy bien con mi decisión porque la hice por mi familia e hijos, para estar con ellos. Ha llegado el momento", sentenció.
Problema recurrente
Desde que fue reclutado por Washington en la tercera ronda del Draft 2013 Reed tuvo problemas con las conmociones. Su primer incidente se dio en su año de novato y se tiene conocimiento de seis incidentes adicionales─el último lo mantuvo en la reserva de lesionados del WFT desde la pretempobrada de 2019 y hasta febrero de 2020.
A pesar de que nunca jugó una campaña completa en FedEx Field, Reed termina su carrera como uno de los históricos en Washington. Es tercero en recepciones, yardas y touchdowns entre los tight ends de la organización (329, 3,371 y 24)
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