La muerte de George Floyd durante un arresto en Minneapolis, la semana pasada, ha hecho estallar las calles de Estados Unidos. En medio de la pandemia por el COVID-19, miles de personas claman justicia luego de que un policía, con la rodilla en el cuello de Floyd, ignoró la súplica de este hombre afroamericano, que alcanzó a decir: "no puedo respirar".
Las protestas, que han dejado más de 4,000 arrestos, iniciaron en Minneapolis, pero de inmediato se sumaron otras ciudades como Los Ángeles, Washington, Atlanta, Miami, New York y Chicago.
La muerte de Floyd y la brutalidad con la que fue tratado por la policía, recordó las protestas que Colin Kaepernick inició en 2016, cuando el ex quarterback de los San Francisco 49ers decidió poner una rodilla en el suelo durante la ceremonia del Himno de Estados Unidos previa a los partidos.
Kaepernick protestaba por el maltrato de la policía a hombres y mujeres de raza negra en ese país.
Otros jugadores -no únicamente de la NFL, sino de otras ligas como la NBA- siguieron el ejemplo de Kaepernick.
El presidente Donald Trump calificó como "hijos de puta" a los jugadores que se arrodillaban durante el himno; dijo que deberían ser despedidos y criticó a la NFL por negarse a implementar una regla para obligarlos a mantenerse de pie durante la ceremonia.
"Creo que la gente va a entender que queremos que todos respeten a nuestro país, que respeten nuestra bandera", dijo en ese entonces Robert McNair, dueño de los Houston Texans. "Y que nuestros campos de juego no son lugar para declaraciones políticas. Son lugar para jugar football".
Kaepernick fue señalado y vetado por la NFL. Su último juego en la liga fue el 1 de enero de 2017 y desde entonces es "agente libre".
"Ahora es el momento de firmar a Colin Kaepernick", se intitula la columna de Joe Lockhart en CNN. Lockhart era el vocero de la NFL cuando Kaepernick inició las protestas y en el texto publicado el fin de semana reconoce que los equipos no quisieron firmarlo por tratarse de un jugador "controversial y, por lo tanto, malo para el negocio".
Lockhart asegura que la liga no vetó a Kaepernick y que, por el contrario, el comisionado Roger Goodell y otros ejecutivos "presionaron" a los dueños de equipos para que lo firmaran.
Agrega que un ejecutivo que consideró firmar a Kaepernick le dijo que, si lo hubiera hecho, el equipo proyectaba perder al 20% de los aficionados con boletos para toda la temporada.
Una cifra curiosa, porque poco tiempo después de iniciar sus protestas, el jersey de Kaepernick fue el más vendido de la NFL.
Y ahora Lockhart dice que este es el momento de firmarlo. Vaya estupidez. Ese sería un acto de hipocresía de proporciones bíblicas.
La muerte de George Floyd solo reivindica a Kaepernick y su movimiento.
"Estas tragedias informan el compromiso de la NFL y nuestros esfuerzos continuos. Sigue existiendo una necesidad urgente de acción. Reconocemos el poder de nuestra plataforma en las comunidades y como parte del tejido de la sociedad estadounidense", dijo Roger Goodell en un comunicado. "Aceptamos esa responsabilidad y estamos comprometidos a continuar el importante trabajo para abordar estos problemas sistémicos junto con nuestros jugadores, clubes y socios".
¿Quieren firmar a Kaepernick? ¿Realmente Goodell y la NFL quieren hacer algo? Pídanle consejo. Creen un nuevo puesto y firmen a Kaepernick como consejero para que la liga realmente ayude a concientizar a la gente para tratar de evitar que estos lamentables hechos se repitan.
Kaepernick puede ayudar. Y mucho. Pero hay otras maneras, no como un mártir en el campo.
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