Hace poco uno más de una semana se reportó que múltiples jugadores de Texans y Cowboys, con Ezekiel Elliott a la cabeza, habían resultado positivos en la prueba de coronavirus. Pero todo indica que lo peor pasó para el running back de Dallas.
Este miércoles, durante una transmisión web para el sitio oficial de los Cowboys, Elliott confesó que a pesar de tener algunos síntomas tras la detección, no tuvo complicaciones y ahora se siente mejor. Agregó que esperará una semana más antes de iniciar con actividades físicas.
"Diría que tuvo uno o dos días donde presenté los síntomas e incluso entonces no estuvo mal. Tenía tos y perdí un poco el aliento. Pero ahora diría que me siento bien, me siento normal. Aún no puedo ejercitarme. Tengo que esperar... podría haberme hecho otra prueba. Decidí que no me caería mal esperar otra semana y darme otra semana para descansar. Pero me siento bien", indicó 'Zeke'.
El contagio de Elliott no fue el primer caso en la NFL. Sean Payton fue el contagio novel en la liga, seguido por Brian Allen de los Rams. Después Von Miller confirmó su caso, posteriormente el novato de los Redskins Antonio Gandy-Golden y los cuatro miembros de los organizaciones texanas. Asimismo, el defensivo Kareem Jackson anunció su contagio el 17 de junio ─esto sin contar las confirmaciones en trabajadores de 49ers y Buccaneers.
Al 24 de junio, los condados de Tarrant y Dallas, que conforman parte importante de la área metropolitana Dallas-Forth Worth, reportaron un total de 27,160 casos de coronavirus y 535 decesos.
Texas, con leyes laxas
Desde el 9 de junio el gobernador Greg Abbott promovió una orden donde permitía que todos los locales comerciales de los estados pudieran operar al 50% de su capacidad. Dicha medida fue precedida por el permiso otorgado por el mandatario para que los estadios de la entidad puedan operar a la mitad de su aforo.
Al día de hoy, de acuerdo con información del New York Times, 124,726 casos se han confirmado en Texas, con 2,246 muertes.
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