Mientras los Jets ven cómo pueden sacarle mayor provecho a Jamal Adams, los demás jugadores se encuentran repasando sus respectivos esquemas desde casa. Quienes llegaron esta agencia libre, aprenden sus nuevos planes y comienzan a conocer, a través de las herramientas tecnológicas, a sus próximos compañeros de equipo. Uno de ellos es Connor McGovern, el nuevo centro de la organización neoyorquina.
Para McGovern, lo principal será ayudar a su corredor a mejorar su desempeño de la última temporada y quizás a que recupere su producción de años anteriores a su llegada al equipo de la AFC Este. En su primer calendario con el equipo, Le'Veon Bell sólo alcanzó 789 yardas en la temporada y 3.2 unidades por acarreo. McGovern no duda en el potencial de su compañero y ya se ve gestionado para beneficio de ambos.
"Es un jugador especial", señaló el centro para el portal oficial de los Jets. "Es uno de los mejores y se irá como uno de los mejores, y estoy emocionado por tener alguien así [en el backfield]. Si no haces el bloqueo perfecto, aún así te hará ver bien y hará que ocurra algo especial. Si bloqueas tres yardas en una jugada diseñada para conseguir esa cantidad, él obtendrá siete u ocho", elogió a Bell.
Por otro lado, el ataque de Adam Gase no será algo completamente ajeno para McGovern, indicó, pues una vez que el actual entrenador en jefe de New York partió de su antiguo puesto como coordinador ofensivo en Denver —anterior equipo de McGovern—, los Broncos mantuvieron con Gary Kubiak una estructura similar del lenguaje.
Interacción virtual
McGovern es uno de los siete nuevos jugadores de la línea ofensiva que el gerente general de los Jets, Joe Douglas, llevó al equipo en la temporada baja. De momento, no ha estado frente a frente con sus compañeros para medir su temple, conocer su personalidad o para compartir información que abone al mejoramiento de la línea frontal que en 2019 permitió 51 capturas a su mariscal de campo, de acuerdo con Pro Football Reference.
Las edades en la línea ofensiva favorecen a los jugadores para interactuar de manera virtual mientras llega el campamento de entrenamiento, considera McGovern. "Hemos intentado escribirnos mensajes de texto y hablar de esa manera y todo tipo de cosas. No es lo mismo que estar en persona pero creo que está funcionando. La parte más difícil es sentir cómo es jugar al lado del otro […]. La verdadera cohesión llegará una vez que entremos al campo", apuntó.
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