Aaron Donald continúa ejercitándose por cuenta propia para mantener su dominio en la línea defensiva que ya le dio en dos ocasiones el premio al Jugador Defensivo del Año (2017, 2018). Al no poderlo hacer en las facilidades de la Universidad de Pittsburgh, de donde es originario, inició con su preparación en casa de sus padres, con quienes ha pasado la cuarentena.
Estar listo para el inicio de la temporada no será problema ni para Donald ni para otros jugadores. Incluso, esta no es la primera ocasión en la que el liniero defensivo no está con sus compañeros de Los Angeles Rams en los entrenamientos de temporada baja. En 2017 y 2018 tampoco se presentó con los jugadores de Sean McVay por problemas en su contrato.
Con el plan de trabajo estudiándolo desde Pennsylvania, Donald da los primeros pasos para familiarizarse con Brandon Staley, el coordinador defensivo que sustituye a Wade Phillips, y parece que el nuevo esquema le favorece al seleccionado a seis Pro Bowls.
"Aún tengo que regresar al pasto y estar listo para trabajar en la técnica y cosas como esa, pero estaré listo, estaremos listos para jugar", señaló Donald sin más preocupación por su desempeño y el de sus compañeros de equipo.
Sin embargo, hay algo de la situación de la pandemia de coronavirus que sí le aqueja a Donald, al igual que como lo han expresado en diversas ocasiones otros jugadores de la NFL y de otras ligas deportivas en el país y fuera de lindes estadounidenses.
Jugar sin los aficionados, tiene claro, no es lo mismo. El factor del público como un personaje agregado a los jugadores y al terreno de juego es imprescindible para la atmósfera que envuelve al football.
"Siento que se necesitan los fanáticos para jugar. No veo cómo se puedan jugar los partidos sin aficionados. Le quita toda la emoción y diversión al deporte. Haces una jugada grande y los fanáticos te lo reconocerán. Los aficionados te inyectan ese extra cuando estás cansado y fatigado", sostuvo.
"Si no tienes a los fanáticos, le quitas la diversión. No sería divertido para mí", reiteró.
Ante la salida de múltiples nombres importantes del lado defensivo del campo, Donald no tuvo otra opción más que tomar mayor responsabilidad: la batuta del liderazgo y, con ella, evolucionó su asertividad oral.
"Hablas lo que piensas cuando te vuelves un líder. Estoy aquí porque quiero ganar. Esto no se trata de metas individuales. El último objetivo es ser campeón mundial. Aún no he conseguido eso", enfatizó con determinación.
Actividades extracancha
El football no es para toda la vida. Al menos no como practicante. Algunos atletas se percatan de ello y retoman sus estudios en algún punto de sus carreras o al final de ellas, otros simplemente no vuelven a tener contacto con la vida académica y muy pocos han declinado una trayectoria en los emparrillados para mantenerse en las aulas.
En el caso de Donald, que pasó de 2010 a 2013 en la línea defensiva de los Panthers de Pittsburgh, encontró la forma de retomar su licenciatura en comunicación por varios años a través de cursos en línea. Y esta primavera obtuvo dicho título universitario.
"Era una promesa que le hice a mi mamá y a mi papá. Mi hermano la consiguió y también mi hermana. Me tomó un tiempo, pero es algo consumado", confesó el seleccionado en la treceava posición del NFL Draft de 2014.
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