Los Tampa Bay Buccanneers no han logrado una temporada ganadora desde 2016, no han avanzado a la postemporada desde 2007 y no han ganado un solo juego de playoffs desde 2002. Sin embargo, Shaquil Barrett cree que eso está por cambiar la próxima campaña, y todo gracias a la llegada de Tom Brady.
Durante una entrevista el martes con el programa "Get Up!" de ESPN, el líder de sacks de la NFL aumentó las apuestas y le puso un blanco en la espalda a los Bucs, al asegurar que la llegada de un quarterback de 43 años (al momento en que inicie la campaña) es lo único que le faltaba al equipo para convertirse en contendiente "automático" al Super Bowl.
"Creo que Jameis hubiera tenido un gran progreso, pero pienso que con Brady, simplemente somos un contendiente automático al Super Bowl", declaró. "Con Jameis, pienso que habríamos peleado por los playoffs".
Es difícil saber que tipo de progresión, si acaso, habría tenido Winston. Después de todo, el egresado de Florida State comandó a Tampa Bay la temporada pasada a gozar de la tercera mejor ofensiva de la NFL, la número uno por la vía aérea y lanzó 33 pases de touchdown. Al mismo tiempo, Winston también fue, en buena medida, el responsable de que los Bucs finalizaran con marca de 7-9 al lanzar 30 intercepciones y lastrar cualquier esfuerzo ofensivo.
Ahora con Brady, un especialista en el cuidado del balón, al frente de una ofensiva que no sólo retuvo a sus dos principales armas en los wide receivers Mike Evans y Chris Godwin _ que se combinaron para 153 recepciones, 2,490 yardas y 17 touchdowns _ sino que añadieron a otra arma a su arsenal con la llegada de Rob Gronkowski. Eso es suficiente para que Barrett eche las campanas al vuelo.
"Sin duda habría sido una batalla, y lo seguirá siendo ahora, pero con Tom, pienso que vamos a dar el siguiente paso" , comentó. "En el papel, todo luce perfecto. Sólo tenemos que trabajar".
Y trabajar en el área que comanda Barrett, la defensiva.
Si bien los Bucs fueron la mejor unidad contra la carrera en toda la NFL, eso se debe en buena medida a todas las debilidades que presentaron para frenar el juego aéreo, la 30ma de la liga. El hecho de que acumularon 41 pérdidas, que se convirtieron muchas veces en terrenos más cortos para el ataque rival, tampoco ayudó.
Sin embargo, Barrett tiene motivos para sentirse optimista. De inicio, una ofensiva tan potente como la de Tampa obliga a los rivales a mantener el paso en el marcador y a operar con un margen de error mínimo, volviéndose, generalmente, predecibles. Por otro lado, menos pérdidas de balón significaría obligar al oponente a encadenar series más largas para conseguir puntos, dándoles más oportunidades a la defensa de hacer jugadas.
Si eso no funciona, también pueden apelar al antecedente más reciente en busca de esperanza. Según el DVOA (Valor ajustado de la defensiva sobre el promedio), el equivalente del football a las estadísticas sabermétricas del baseball y que toma en cuenta factores como down, distancia y calidad del rival, los Bucs fueron la quinta mejor defensiva de la NFL, algo difícil de creer considerando que permitieron 449 puntos o 28 por partido.
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