Su retiro del football aunado a la cuarentena por la contingencia sanitaria le ha brindado perspectiva a Travis Frederick para reflexionar sobre su estado físico y, a su vez, también sobre el panorama de su exequipo, Dallas Cowboys.
La barba crecida distintiva se ha ido. También lo hace su peso.
"Ese es el sueño, estar flaco. He iniciado con algunos movimientos. Estaba en 315 libras o 320, ahora peso 285. Estoy en ello. Hago más cardio ahora. No levanto mucho peso para mantener el nivel de fuerza. He bajando un talla de playera y dos de anillo", relató a Mac Engel, de Fort Worth Star-Telegram, y a Todd Archer, de ESPN.
Pero aunque él dejara el vestidor del AT&T Stadium por cuestiones de salud, Frederick considera que los Cowboys seguirán por buen camino en la línea ofensiva y en general.
"El equipo está muy bien organizado. La gerencia hizo un excelente trabajo con las adquisiciones. En el papel, se ve como un equipo realmente sólido. Tienen posibilidad de llegar lejos", apuntó en la videocharla.
En marzo de este año, Frederick levantó su teléfono para llamar a Jerry Jones. Se retiraba después de seis años en la NFL en los que fue nombrado cinco veces al Pro Bowl y una ocasión al equipo All Pro.
En su lugar, se espera que el equipo utilice al novato Tyler Biadasz, a quien el equipo seleccionó en la quinta ronda del pasado reclutamiento universitario (146), egresado de Wisconsin.
Después del football
El retiro prematuro de Frederick lo hace concentrarse en sí mismo y retomar actividades en las que ya estaba involucrado desde antes, pero ahora con más calma. Una de ellas es su fundación "The Blocking Hunger Foundation", que busca proveer comida a niños de familias de escasos recursos.
Al volver a Wisconsin, su estado natal, Frederick atenderá con más dedicación la fundación, que juega un rol social mayor con la pandemia.
"La gente está sin trabajo y más importante los niños están fuera de las escuelas y con ello han perdido el acceso a comidas de forma gratuita", comentó.
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