En la NFL, el deporte rey en Estados Unidos, siete de cada diez jugadores que esconden su rostro tras los cascos son negros. Y muchos de ellos, y de compañeros blancos, han anunciado ya que desde el 10 de septiembre, cuando el oval vuelva a girar, se arrodillarán ante el himno de Estados Unidos para protestar contra el racismo después de la ola generada por la muerte de George Floyd a manos de un policía, que le asfixió oprimiendo una rodilla sobre su cuello. Uno de sus mayores fans, el presidente del país, les ignorará.
Donald Trump, con el dedo fácil en Twitter, ya lo advirtió ayer después de que la MLS (fútbol) anunciase que permitiría a sus jugadores realizar el gesto que el quarterback Colin Kaepernick inició en 2016 y se ha convertido en símbolo universal. Algo que parece que se generalizará en la NFL con la aquiescencia, esta vez sí, de la organización. "Al parecer, la NFL se encamina en esa dirección, ¡pero no conmigo viéndolo!", escribió el republicano.
Si en 2018, la NFL anunció sanciones para quien protestara cuando sonara 'The Star-Spangled Banner', ahora su comisionado Roger Goodell ha dado un atrás que significa muchos adelante en una organización tradicionalmente conservadora: "Admitimos que nos equivocamos al no escuchar antes a nuestros jugadores y alentarlos a hablar y protestar pacíficamente. Nosotros, la NFL, creemos que cada vida negra importa". Eso se ha traducido también en el anuncio de un fondo de 250 millones de dólares (222 de euros) en diez años para combatir el racismo.
En 2019, la audiencia televisiva remontó tras las caídas de los dos años anteriores, achacables al ambiente enrarecido. Y es que Kaepernick, que había llevado a la Super Bowl a los 49ers en 2012 se quedó sin equipo. Marginado.
Adrian Peterson, de los Washington Redskins, es solo una voz entre cientos: "Hace cuatro años solo veías a Kaepernick arrodillarse, ahora estamos todos listos para hacerlo juntos esta temporada sin ninguna duda". Pete Carroll, entrenador de los Seahawks reveló que ya habría algún equipo interesado en repescar al 'nuevo Ali', lo que corregiría la injusticia y también encendería más a Donald Trump. Matt Ryan, quarterback de los Falcons, ha advertido que Kaepernick "debería tener una oportunidad".
El blanco J.J. Watt (Texans) dijo que también se postrará. El entrenador de su equipo, Bill O'Brien, apoyará a los jugadores si deciden hincar la rodilla. Otro blanco, y quarterback, Baker Mayfield (Browns) lo hará ("si pierdo seguidores, no pasa nada; es el momento del cambio"). Y dos superlíderes, y también blancos, Tom Brady (Buccaneers) y Drew Brees (Saints) encabezan un movimiento contra la inmunidad policial... Algo se mueve pese a Trump.
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