La vida en un training camp de la NFL es ingrata. Cuando haces las cosas bien no esperes fanfarrias, pero si te equivocas, de inmediato los coaches te llamarán la atención.
Isaac Alarcón ahora lo sabe mejor que nadie.
El guardia mexicano es uno de los personajes centrales en el tercer episodio de Hard Knocks, el show de HBO que año con año sigue la intimidad de un equipo de la NFL durante el mes de agosto. En 2021 los elegidos fueron los Dallas Cowboys.
Alarcón compite para quedarse en el roster de 53 jugadores del equipo o, en su defecto, regresar a la escuadra de prácticas de los Cowboys, donde estuvo toda la campaña pasada como parte del programa internacional de la liga.
El episodio 3 de la serie inicia con la imagen del liniero ofensivo mexicano y algunos highlights de sus dos primeros juegos de pretemporada, ante Pittsburgh y Arizona.
"Quiero probar pastel, quiero probar pastel", dice, agitado, Isaac, el día que algunos jugadores comieron pastel en el cumpleaños del quarterback Dak Prescott.
Luego, el entrenador de la línea ofensiva de los Cowboys, Joe Philbin, da el reporte de Alarcón en una de las juntas con el head coach Mike McCarthy.
"Isaac… estábamos realmente emocionados por lo que hizo contra Pittsburgh", dijo Philbin. "Jugó en 34 snaps contra Arizona y estuvo terrible ahí afuera. Pensamos que iba a dar otro paso adelante, pero no lo hizo. Parece que estaba un poco confundido, no estaba en su lugar, así que vamos a trabajar con él esta semana para que juegue mejor".
En las prácticas, Alarcón nuevamente lució confundido en sus asignaciones y eso le costó que le llamaran la atención.
"¡Oye, Isaac, ¿qué estás haciendo?!", se escucha al coach Philbin. "¡Esto es football!".
Alarcón parece tener las cualidades físicas para jugar en la NFL; es la parte técnica en la que tiene que mejorar si quiere ser parte del equipo de sus amores.
Los Alarcón, orgullosos
Isaac fue entrevistado por el equipo de Hard Knocks, que aprovechó para charlar con toda la familia Alarcón, invitados para el juego de exhibición ante los Houston Texans.
"Somos los cinco de Monterrey, Nuevo León, del norte de México, por eso tenemos el bigote así, parchado por en medio", dijo Isaac, entre risas y señalando a su padre, Juan Francisco Alarcón.
"Empecé a jugar cuando tenía 14 años, pero el primero que empezó fue Abraham, mi hermano mayor", narró el liniero ofensivo. "Hacemos todo juntos, así que dije, si Abraham está ahí [con los Borregos del Tecnológico de Monterrey] pues yo también quiero estar ahí".
"No voy a mentir, mi sueño nunca fue llegar a la NFL porque en México siempre lo ves como algo imposible", confesó Isaac. "De hecho, antes yo era fan de los Cowboys; tengo mi jersey de Dak Prescott de cuando los veía jugar los domingos. Y esto no puede ser una casualidad, gracias a Dios ahorita esas personas son mis compañeros de locker".
"Yo siempre le he dicho que estamos orgullosos de él", comentó Abraham. "Las bendiciones de Dios no son individuales, sino inclusivas, y yo estoy bien orgulloso de poder verlo en el AT&T con nachos, palomitas y un hot dog".
Contra los Texans
Aunque los Cowboys perdieron en su penúltimo juego de exhibición ante Houston, Alarcón tuvo probablemente su mejor actuación de la pretemporada.
Su familia estuvo en el estadio, pero su mamá, Myrthala García, fue quien vivió y sufrió intensamente el partido.
El próximo martes 31 de agosto, antes de las cuatro de la tarde, tiempo del Este en Estados Unidos, los 32 equipos de la NFL deben reducir sus rosters a un máximo de 53 jugadores.
Si Isaac no sobrevive al recorte, podría ser uno de los 12 jugadores de los Cowboys en la escuadra de prácticas.
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