Para mejorar el desempeño defensivo de 2020 (octava peor unidad de la NFL con 6,225 yardas permitidas), los Raiders intentaron recuperar a un viejo conocido de la organización; no obstante, su empresa fracasó.
Según informó The Athletic, en marzo de este año el club de Las Vegas se puso en contacto con la gerencia de los Bears en un intento por recuperar a Khalil Mack. Para mala fortuna de los Raiders, Chicago no aceptó las propuestas de canje ─no se explicaron las ofertas.
Se agregó que el gerente general Mike Mayock intentó repatriar a Mack debido a los problemas con el tope salarial de Chicago. A pesar de lo anterior, los Bears no quisieron negociar.
Mack, de 30 años, firmó un acuerdo de seis años y 141 millones de dólares (promedio de 23.5 MDD por campaña) y para paliar los problemas económicos de Chicago, acordó reestructurar su contrato y liberó casi 13 millones de espacio.
Otros movimientos que realizaron los Bears para ponerse por debajo de los 182.5 millones de dólares, fueron las negociaciones con Eddie Jackson y Cody Whitehair, además de que cortaron a Kyle Fuller.
Premio de consolación
Ante la negativa de los Bears y la necesidad de fortalecer una de las peores unidades para presionar a los quarterbacks rivales (21 sacks en 2020), los Raiders contrataron a Yannick Ngakoue y Solomon Thomas.
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