Uno de los koans ─frases del budismo zen─ más famosos dice simplemente: "Si te encuentras al Buda, mátalo".
En la NFL es al revés: Si te encuentras con Budda, huye.
En apenas dos temporadas como titular con los Arizona Cardinals, Budda Baker se ha convertido en uno de los safetys más completos de la NFL, un jugador que defiende con la misma efectividad el pase que la carrera, como lo ejemplifican sus 147 tacleadas la campaña anterior (la mayor cantidad para un defensive back en los últimos 10 años). Esa consistencia le valió un viaje al Pro Bowl en 2019 y un nuevo y lucrativo contrato.
Los Cardinals anunciaron el martes que llegaron a un acuerdo con Baker para una extensión de contrato que lo mantendrá con el equipo hasta el final de la campaña 2024. El equipo no dio a conocer los términos del pacto, pero según diversos reportes (sí, Schefter), el acuerdo tiene un precio total de 59 millones de dólares anuales, convirtiéndolo en el safety mejor pagado en la historia del juego.
Con un salario promedio de 14,75 millones anuales, Baker ha confirmado su meteórico ascenso desde que llegó a la liga hace apenas tres temporadas y alcanzó el Pro Bowl como novato... como jugador de equipos especiales. Ahora, en su último año de contrato antes de la extensión, Baker suma 33 presiones de quarteback desde que entró a la liga, la mayor cantidad para un defensive back en ese lapso, y el año pasado permitió apenas dos pases completos de al menos 30 yardas.
Como las estadísticas lo indican, el jugador de 24 años es uno de los safetys más completos de la liga, que lo mismo colabora en cobertura que defendiendo la carrera o presionando al pasador, son herramientas invaluables y un importante elemento en el acelerado proyecto de transformación que lleva a cabo el gerente general Steve Keim en el desierto.
Baker es apenas el primer jugador de segunda ronda que selecciona Kein (en el cargo desde 2013) que recibe una extensión de contrato, y el acuerdo con Baker se dio cuatro años después de que Kein firmó a otro importante safety a una multimillonaria extensión, como lo hizo con Tyrann Mathieu por cinco años y 62,5 millones antes de darlo de baja luego de apenas una temporada por cuestiones de tope salarial.
El contrato de Baker restablece el mercado para los defensive backs y, sin duda, Jamal Adams ya tomó nota para sus negociaciones después de dejar en claro que su intención no es otra que la de convertirse en uno de los jugadores mejor pagados de la NFL.
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