Tras el abrupto retiro de Andrew Luck, los Colts confiaron en el joven Jacoby Brissett, pero el experimento resultó en una de esas chuscas explosiones que destruyen el laboratorio: Brissett terminó con marca de 7-8, apenas 18 pases de touchdown, seis intercepciones y rating de 88.0.
Indianapolis se quedó sin boleto a Playoffs y, en busca de soluciones, el gerente general Chris Ballard firmó por un año y 25 millones de dólares al veterano Philip Rivers.
Rivers llega a los Colts tras su peor temporada con los Chargers, con 23 touchdowns y 20 intercepciones, pero Ballard confía en que reunirlo con el coach Frank Reich servirá para sacar lo mejor de este quarterback de 38 años.
Rivers y Reich trabajaron juntos tres campañas (2013-15) en San Diego. Y no solo eso. El coordinador ofensivo de los Colts, Nick Sirianni, también pasó unos años (2013-17) con Rivers en los Chargers.
Rivers conoce a la perfección su "nuevo" playbook y ahora es cuestión de qué tan rápido pueda hacer química con sus nuevos amigos en Indianapolis.
Entre sus flamantes objetivos destacan el wide receiver T.Y. Hilton (45 recepciones, 501 yardas, 5 touchdowns en 2019) y el tight end Jack Doyle (43-448-4).
Hilton, sin embargo, tiene que mantenerse sano, porque la campaña pasada se perdió seis partidos debido a lesiones y, desde que llegó al equipo, en 2012, Indianapolis tiene récord de 1-9 cuando Hilton no juega.
Marlon Mack se destapó con una campaña de 1,091 yardas y 8 touchdowns, y los Colts reclutaron en la segunda ronda al corredor Jonathan Taylor (6,174 yardas por tierra en tres temporadas en el football colegial, un récord de la NCAA), así que Indianapolis ahora cuenta con un tándem muy interesante en el backfield.
Rivers, además, jugará detrás de una de las mejores líneas ofensivas de la NFL, con un lado izquierdo de lujo con el tackle Anthony Castonzo y el guardia Quenton Nelson.
Del otro lado del balón, la joven defensiva de los Colts ha mostrado su potencial en las dos campañas más recientes, pero le ha faltado ser consistente.
En un movimiento sorpresivo, Indianapolis obtuvo al liniero defensivo DeForest Buckner en un canje con San Francisco, a cambio de una selección de primera ronda.
Buckner registró 7.5 capturas de quarterback, recuperó cuatro fumbles con los 49ers en 2019 y para muchos fue el mejor jugador de la defensa de los Niners en el Super Bowl LIV.
Con Buckner, el end Justin Houston y los linebackers Anthony Walker y Darius Leonard, el front-7 de los Colts luce sólido.
Del perímetro no se puede decir lo mismo, pero si Buckner tiene un impacto similar a lo que hizo en San Francisco, el trabajo de los backs defensivos será más sencillo.
Nadie habla de Super Bowl, pero hay que recordar que Indianapolis terminó con marca de 5-6 en partidos decididos por una anotación en 2019. Con Rivers en los controles, los Colts deben competir por el título divisional con Houston.
Si no regresan a Playoffs, entonces en marzo de 2021 van a estar en busca de un quarterback… otra vez.
Indianapolis Colts
División Sur AFC
Récord en 2019: 7-9
Estadio: Lucas Oil Stadium (67,000)
Títulos de Super Bowl: 2 (V y XLI)
Head coach: Frank Reich (17-15)
Coordinador ofensivo: Nick Sirianni
Coordinador defensivo: Matt Eberflus
MOVIMIENTOS
ALTAS
DT DeForest Buckner
TE Trey Burton
CB T.J. Carrie
DT Sheldon Day
FB Roosevelt Nix
CB Xavier Rhodes
BAJAS
TE Eric Ebron
DT Margus Hunt
DE Jabaal Sheard
PK Adam Vinatieri
RB Jonathan Williams
JUGADOR A SEGUIR
El wide receiver Michael Pittman Jr., selección de segunda ronda proveniente de USC, le da a los Colts la presencia física que el equipo no tenía desde los años de Reggie Wayne.
En su última campaña con los Trojans, Pittman (1.93 m, 101 kg) atrapó 101 balones, sumó 1,275 yardas y 11 touchdowns.
Con T.Y. Hilton del lado opuesto, las defensivas tendrán las manos llenas y Rivers un par de objetivos de lujo.
LEYENDAS
El wide receiver Marvin Harrison fue la selección de primera ronda (19 global) de los Colts en 1996 y en 13 campañas escribió su nombre varias veces en el libro de récords de la franquicia.
Claro, sus números fueron astronómicos cuando al equipo llegó Peyton Manning, en 1998. Harrison registró ocho temporadas consecutivas de mil yardas y 10 o más touchdowns, y en 2002 rompió el récord de la NFL con 143 recepciones.
Ocho veces fue invitado al Pro Bowl y seis ocasiones fue nombrado All-Pro. Sus 1,102 recepciones, 14,580 yardas y 128 touchdowns son récords del equipo.
Marvin Daniel Harrison (25 de agosto de 1972, Philadelphia, Pennsylvania) trabajaba con una ética incomparable, dentro y fuera del campo, donde jamás se le vio hacer un aspaviento o inmiscuirse en una riña verbal con un back defensivo.
Fue parte del All-Decade Team de los 2000 y su busto en Canton fue desvelado en 2016.
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