En abril de este año parecía que la XFL finalmente estaba acabada cuando se declaró en bancarrota, incapaz de solventar los costos de operar en medio de la pandemia por coronavirus. Sin embargo, hace un par de días el proyecto recibió una tercera oportunidad al ser adquirido por Dwayne Johnson.
De nueva cuenta, la NFL tiene una competencia directa en el mercado ─algo que no salido bien para los adversarios de la liga comandada por Roger Goodell, como también lo puede relatar la AAF. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre la National Football League y la nueva compra de 'The Rock'?
Las divergencias entre XFL y NFL
El primer proyecto de la XFL estuvo comandado por Vince McMahon y vio la luz en 2001. A comparación de la NFL, que se podría calificar como una "liga seria", la XFL quería seguir los pasos de la WWE. En primera instancia, permitía la alineación de jugadores en bandos similares a los "rudos" o técnicos, además de sus entradas y el uso de apodos en los jerseys. Asimismo, figuras de la WWE tuvieron apariciones dentro de la liga.
En el plano deportivo, se utilizó un reloj de jugada más corto (35 segundos), se eliminó la patada de punto extra y se reemplazó por jugadas que entregaban dos o tres puntos, se agregaron cuatro reglas a los despejes de balón y el tiempo extra se resolvía de manera similar a la NCAA.
Con el segundo intento de la XFL por funcionar, McMahon optó por dejar fuera los elementos de entretenimiento y centrar los esfuerzos de la liga en hacerla más dinámica que la NFL desde lo deportivo.
Ante esto se implementó un reloj de jugada de 25 segundos, solo dos tiempos fuera por mitad para cada equipo, el regresó de la regla que vetó las patadas de punto extra y la más aclamada: total transparencia durante la evaluación de jugadas en las cabinas de réferis, cuyas deliberaciones eran televisadas.
Con la llegada de Johnson a los controls de la XFL se desconoce el rumo que tomará la liga; si optará por seguir los pasos de McMahon este año (lo que convenció a la audencia) o si la organización tomará un nuevo rumbo por tercera ocasión en su historia.
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