Joe Burrow está por comenzar su primera campaña como profesional y la primera selección global del Draft 2020 sabe que ahora todo lo logrado en el football colegial no significa nada, y que las expectativas en la NFL son muy altas. Muy altas.
Por ello el ex quarterback de LSU y ahora de los Cincinnati Bengals ha buscado el consejo de un futuro miembro del Salón de la Fama.
"Hablé con Peyton [Manning]... debió ser al comienzo de las reuniones por Zoom en mayo, y no puedo apreciarlo más. Se tomó aproximadamente una hora de su tiempo y realmente me explicó los detalles de lo que él pasó [en su temporada de novato]", dijo Burrow este viernes, en conferencia de prensa. "Sentí que estábamos en situaciones muy similares al llegar [a la NFL] y él sintió lo mismo. Simplemente me dio muchos consejos en lo que respecta al marketing, cómo manejar el grupo, cómo tratar a los entrenadores, cuán asertivo debes ser en tu primer año. Fue una gran conversación que me gustó mucho haber tenido".
Y Burrow parece haber puesto mucha atención a lo que le dijo Manning.
Horas después de haber firmado su contrato de novato con los Bengals -por cuatro años y 36.1 millones de dólares- el joven pasador dijo que no usará ese dinero y que planea vivir con lo que gane de sus patrocinadores.
"No planeo gastar dinero del contrato", dijo a los periodistas. "Solo viviré del dinero de marketing y dejaré que el resto se acumule en mi cuenta bancaria".
Burrow habló de la importancia de haber firmado su primer contrato en la NFL.
"Diría que el sentimiento es de alivio. Ha pasado mucho tiempo desde que me reclutaron", comentó. "Es solo una formalidad para mí. Voy a tener que salir y ganar ese cheque todos los días. Esa es la parte que realmente estoy esperando".
Burrow ha sido nombrado el quarterback titular de facto en Cincinnati y este viernes participó en su primera práctica con los Bengals, básicamente acondicionamiento físico con los otros novatos, antes de los entrenamientos equipados, en un mes.
Los veteranos reportarán la próxima semana.
Burrow vivió en 2019 la que es considerada la mejor temporada para un quarterback en la historia del football colegial: ganó el Trofeo Heisman y llevó a los Tigers de LSU al campeonato colegial con números impresionantes, incluido 76.3 por ciento de pases completos, 5,671 yardas, 60 touchdowns y sólo seis intercepciones.
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