Russell Wilson y los Seattle Seahawks se han convertido en un pararrayos de reportes desde que concluyó la campaña regular con otra frustrante eliminación. Desde el descontento mutuo hasta la lucha de poderes y rumores de cambios, la temporada baja ha sido todo menos tranquila en la "Ciudad Esmeralda".
La semana pasada, llegó un nuevo reporte a la ciudad, con el supuesto sostenido interés de Wilson por sumar al polémico -aunque aún efectivo- wide receiver Antonio Brown al arsenal de los Seahawks. La fuente, John Clayton, es confiable y el reporte no es nada nuevo, circulando incluso antes de la llegada de Brown a Tampa Bay.
La situación, si algo, pondrá a prueba una de las teorías con más fuerza en torno a los Seahawks: La supuesta lucha de poderes entre Wilson, quien quiere más peso en las decisiones de personal, y los Seahawks, que hasta el momento se han negado a dárselo.
En semanas recientes, los Seahawks rechazaron algunas ofertas de canje por su quarterback franquicia, incluso una que parecía irrechazable por parte de los Bears, lo que significa que el equipo aún quiere a Wilson en la organización. ¿Qué tanto poder están dispuesto a darle? El reporte del interés por Antonio Brown podría darnos todas las respuestas que necesitamos.
Brown es agente libre y, a pesar de estar cerca de cumplir los 33 años, la campaña pasada demostró que aún es capaz de producir a un alto nivel en la NFL. En acción limitada, 8 juegos debido a una suspensión de la NFL, y en papel de reparto debido al grueso arsenal de Tampa Bay, "AB" finalizó el año con 45 recepciones para 483 yardas y cuatro touchdowns en la temporada regular, además de otro par de anotaciones en los playoffs.
La llegada de Brown no estorbaría en las aspiraciones de un equipo como Seattle que batalló en la segunda mitad de temporada a la ofensiva -con 23.1 puntos por partido en sus últimos ocho juegos a diferencia de 34.2 en los primeros ocho- y se sumaría a un cuerpo de receptores que incluye a D.K. Metcalf y Tyler Lockett en una ofensiva dinámica. Más allá de la producción, le daría suficiente sensación de poder a Wilson como para mantenerlo tranquilo, al menos por un tiempo.
Sin embargo, incluso si Seattle está dispuesto a ir detrás de Brown, falta ver qué es lo que busca el propio receptor, quien viene de conquistar su primer anillo y podría buscar un nuevo papel protagónico en lugar de un puesto de relleno en un ataque que definitivamente no giraría a su alrededor. O simplemente un contrato más grande del que los Seahawks estén dispuestos a pagar.
El incuestionable talento de Brown lo llevó a ser el capricho de Tom Brady en su propia lucha de poder en Tampa Bay la campaña anterior, y ahora se cierne como el protagonista de un nuevo estira y afloja en Seattle.
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