Como quarterback, Baker Mayfield está consciente que solo hay ciertas cosas que puede controlar dentro del campo ─los ajustes de la jugada, la lectura de la defensiva y dónde y a quién lanzar el balón. Lo mismo sucede fuera del emparrillado, en específico con su inminente extensión de contrato.
Mayfield es uno de tres quarterbacks de la generación 2018 del Draft que ha gozado de relativo ─o no tan relativo─ éxito en la NFL y que están en la fila para recibir un jugoso contrato una vez que expire su pacto de novatos, o incluso antes. Se prevé que el primero de ellos será Lamar Jackson con los Ravens, mismo que establecería el valor de mercado para lo que pueden aspirar Mayfield y Josh Allen con Cleveland y Buffalo, respectivamente.
Todas especulaciones sirven para llenar portales de noticias y avivar las llamas en las redes sociales y programas de debate. Sólo no le pregunten a Mayfield sobre el estado de las negociaciones porque, aparentemente, no le importa.
"No tengo ninguna prisa, porque solo intento ganar partidos", dijo Mayfield en su conferencia de prensa. "Como lo dije, eso se solucionará por sí solo. Estoy seguro de que Tom y Jack Mills (sus agentes) están manejando eso. No intento meterme mucho en eso porque es perder mi tiempo y energía en cosas que no puedo controlar en este momento. Así que controlaré lo que pueda controlar".
Esa decisión es mejor que muchas de las que Mayfield ha tomado dentro del terreno de juego, y una que sin dudas podría darle muchos mejores resultados. Después de todo, Mayfield sabe que mientras mejores números tenga en el emparrillado, mejores números tendrá su próximo contrato.
"He apostado en mí toda mi vida", continuó. "Siempre he ido un día a la vez, una jugada a la vez. Y no va a ser distinto ahora".
Por un lado, es difícil pensar en que Mayfield y Cleveland no tendrán una relación a largo plazo. Sin ser espectacular, Mayfield ha sido parte fundamental del relativo éxito reciente de los Browns y, en una liga donde el quarterback recibe trato de semidiós, resulta casi imposible que el equipo no abrirá la cartera para conservar a quien perciben como una de las piezas fundamentales de su proyecto a largo plazo.
Sin embargo, el problema de tener un excelente Draft, como el de los Browns en 2018, es que no se les puede pagar a todos. El cornerback Denzel Ward (4ta selección global) y el running back Nick Chubb (35ta) han expresado su deseo de permanecer en Cleveland una vez que concluyan sus contratos actuales. Alguno de ellos tendrá que aceptar un valor por debajo del mercado o el equipo correría el riesgo de comprometer su tope salarial.
Al gerente general Andrew Berry le esperan una serie de decisiones y la más sencilla de todas es extender el contrato de Mayfield. Después de eso, cualquier cosa puede pasar.
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