Mi nombre es Gillette Stadium y aunque no lo puedan creer, tengo voz al igual que redes sociales. Búscame como @GilleteStadium en Twitter y Facebook o @Gi11etteStadium en Instagram.
Por medio de mis publicaciones presumo el ambiente festivo que suscita cada vez que recibo una celebración deportiva, un concierto o en especial, un partido de los New England Patriots, mi equipo favorito.
Mi diseño honra la vista costera de la región de Foxborough con un paisaje marítimo que está caracterizado con el faro y un puente estilizado que dan la bienvenida a los aficionados. La primera piedra con la que inició mi construcción, la colocaron a finales de marzo de 2000, justo una quincena antes de que Thomas Edward Patrick Jr. fuera tomado por los Patriots con la selección global 199 del Draft de aquel año.
Thomas Edward Patrick Jr. crecimos a la par dentro de la organización. Mientras día a día yo me llenaba de tabiques, varillas y toneladas de cemento, Thomas Edward Patrick Jr. se iba dando a conocer como Tom Brady. La simplicidad de su mote, contrasta con su enorme legado.
Pero ya más adelante les contaré cuando inició nuestra larga y prolífica relación.
Con un costo de 365 millones de dólares y una capacidad para albergar a 68 mil personas, fui inaugurado oficialmente el 11 de mayo de 2002 con un partido de futbol. Tan feo es recordar aquella tarde, como el mote de Pedro Navajas que me pusieron por el hecho de que mi nombre es patrocinado por la reconocida empresa de rastrillos.
Ya eso quedó casi olvidado, pocos son los que recuerdan aquel encuentro del New England Revolution.
Mi verdadera fiesta que incluyó una masiva descarga de fuegos artificiales sucedió el 9 de septiembre de 2002. Los Patriots con el primer Vince Lombardi en la historia de la franquicia, salieron por mi túnel principal para recibir la ovación de todo un pueblo que por muchos pero muchos años solo recibió decepciones de su equipo de football. Durante décadas los Pats fueron la franquicia deportiva con el peor porcentaje de victorias en el deporte estadounidense. ¡Qué bueno que a mi no me tocó ser parte de esa historia! Esos tiempos fueron para mi predecesor, el viejo Foxboro Stadium.
En un día típico, los aficionados comen una tonelada de salchicha italiana y 168 galones de crema de langosta, es parte de la tradición que se genera al rededor de mi.
En mi primer partido de NFL, los Pats vencieron 30-14 a los Pittsburgh Steelers. El triunfo de New England y yo nos convertimos en amor a primera vista. El rostro del que me enamoré fue el de Tom Brady. Esa noche mágica el entonces joven quarterback de la organización lanzó 294 yardas y tres pases de touchdown.
El 21 de diciembre de 2019 fue el último triunfo que Tom consiguió aquí con el uniforme de los Pats. Fue contra Buffalo, la organización que más ha vencido en su carrera. Esa tarde lanzó 271 yardas y un pase a las diagonales. Fue una conexión con el tight end, Matt LaCosse.
Sin embargo, como todas las despedidas, el último juego de Brady en mi campo de juego fue doloroso. Una derrota de últimos segundos frente a Miami. El mundo recuerda el marcador Dolphins 27-24 Patriots. 221 yardas y dos TD´s de Brady que no sirvieron para culminar con triunfo.
Pero como la mayoría de los sándwiches o pasteles, lo más rico es lo que se encuentra en medio. Ahí es donde descansa la leyenda de TB12.
En 18 temporadas conmigo, Brady es el dueño de todas las marcas de un quarterback.
Hasta antes de la noche del próximo domingo, Brady tiene 134 partidos con 3,071 pases completos para 35,157 yardas, 258 pases de touchdown y tan solo 67 intercepciones.
Nadie ha podido tener dentro de mi una mejor actuación que Tom. El 16 de diciembre de 2012 contra los 49ers, sumó 443 yardas y un pase a las diagonales.
En Playoffs, Brady también es el dueño de la mejor marca para un quarterback. Lanzó 384 yardas y tres TD´S en la victoria 30-14 sobre los Steelers.
Conmigo Brady ganó 110 juegos, sin él, los Pats no disputaron postemporada el año pasado.
El próximo domingo por la noche, Brady regresa a mis terrenos para una visita que será televisada a nivel nacional. Como si no fuera lo suficientemente jugosa esta historia, en Gillete Stadium la casa que el construyó, THE G.O.A.T se estará adueñando del récord de más yardas por pase en la historia de la NFL. Con 80,291 a Brady solo le restan 67 para rebasar a Drew Brees.
Brady se fue de New England a Tampa Bay después de 20 temporadas, nueve Super Bowl y seis Vince Lombardi. Ahora vuelve a estar dentro de mi, pero siempre permanecerá en mi historia.
Mis luces se encenderán para tener en horario estelar, la atención del país que nos mirará a mi y a Tom Brady.
No hay comentarios:
Publicar un comentario