Como medida para promover la vacunación en la NFL, la liga informó que en caso de encontrar brotes de COVID-19 en jugadores no inoculados y no poder reprogramar algún encuentro, el club afectado se verá forzado a perder dicho partido en la mesa.
Dicha medida, más allá de verse como una acción de la liga para acelerar el proceso de vacunación, fue recibida negativamente en múltiples organizaciones. Incluso algunos trabajadores han optado por no participar en la campaña 2021 debido a las nuevas condiciones de Roger Goodell.
De acuerdo con reportes, Rick Dennison, coach de línea ofensiva y coordinador de ataque terrestre de los Vikings, determinó no tener actividad en 2021 pues rechazó ser vacunado contra el coronavirus.
"Los Vikings continúan las pláticas con el coach de línea ofensiva Rick Dennison con relación a los protocolos de NFL-NFLPA contra la COVID-19 para el training camp y la pretemporada", indicó Minnesota al respecto.
En New England se respira un clima parecido. El coentrenador de línea ofensiva Cole Popovich de los Patriots decidió dar un paso al costado al estar inconforme con las medidas de la NFL.
Ambas bajas se suman a los mensajes de protesta encabezadas por jugadores de la talla de DeAndre Hopkins (quien incluso amenaza con retirarse) y Jalen Ramsey, quien indicó que los lineamientos eran tendenciosos.
Vacunación a la alza
Mientras crece el sentimiento de inconformidad hacia la NFL, la liga, a través del doctor Allen Sills (director médico de la organización), informó que el proceso de vacunación ha alcanzado un 80%, en nueve equipos tienen un índice superior al 90% y solo cinco están por debajo del 70%.
Asimismo, se agregó que casi todos los empleados de nivel 1 y 2 (los que tienen contacto directo con los jugadores, como Popovich y Dennison) han recibido al menos una dosis del medicamento.
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