Cuando Dak Prescott cayó por una fractura de tobillo durante la semana 5 de la campaña 2020, se esperaba que Ezekiel Elliott pudiera ser la respuesta a los problemas ofensivos de los Cowboys; no obstante, 'Zeke' tuvo su peor año como profesional.
Con relación a su mal desempeño, el producto de Ohio State indicó que está obligado a demostrar que lo mostrado la temporada anterior fue la excepción y no la norma en su carrera. "Al tener la campaña que tuve el año pasado, no necesito más motivación. Sé qué clase de jugador soy. No lo mostré el año pasado. Tengo mucho que probar", explicó de acuerdo con The Athletic.
El running back de 26 años acarreó 244 veces el balón (segunda cifra más baja desde que llegó a la NFL) y logró 979 yardas y seis touchdowns (registros más pobres como profesional). No obstante, el departamento donde más lastimó a los Cowboys fue en las entregas de balón pues tuvo seis fumbles.
Al respecto, 'Zeke' indicó que los intercambios de balón que protagonizó mermaron su confianza pues sintió que traicionó a los Cowboys. "Creo que la parte más difícil del año pasado es sentir que decepcioné a mis compañeros. Eso duele. Quiero asegurarme de que hago todo para hacer que este equipo gane", mencionó.
Dak, listo
Por otra parte, Dak Prescott, quien se incorporó a las actividades tras su lesión, detalló que dejó en el pasado su fractura y se mostró optimista con relación a su recuperación al señalar que no anticipa molestias que lo imposibiliten de entrenar.
"Enterré ese. Siendo honesto, quiero avanzar un par de días o semanas para ver si aún hay molestia, o algo parecido. Después de un día, no hubo mucho. Fue bueno volver a moverme y participar. Es emocionante regresar", sentenció.
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