Durante 17 temporadas, Larry Fitzgerald le entregó cuerpo y alma al área de Phoenix hasta convertirse en uno de los mejores receptores de la historia y uno de los jugadores más respetados de la NFL. Casi dos décadas buscando incesantemente un anillo que nunca llegó en el emparrillado.
Resulta que Fitzgerald únicamente estaba en el deporte equivocado.
La noche del miércoles, los Phoenix Suns finalmente dieron cuenta de Los Angeles Clippers en la final de la Conferencia Oeste para alcanzar sus primeras Finales desde 1993. Cuatro victorias separan a la franquicia de su primer título en la NBA. Las mismas cuatro que Fitzgerald necesita para conseguir la esquiva gema que el football le ha negado.
En enero de 2020, Fitzgerald adquirió una participación minoritaria de los Suns de la NBA y el Mercury de la WNBA, convirtiéndose en el segundo jugador activo de la NFL en tener acciones de una franquicia de la NBA. ¿El otro? Nada menos que Aaron Rodgers con los Milwaukee Bucks, que están enfrascados con los Atlanta Hawks en la final de la Conferencia Este y tendrán que sobrevivir un crucial quinto juego sin la presencia de su estrella y exMVP Giannis Antetokounmpo.
Lo que comenzó como una oportunidad de negocios para Fitzgerald podría convertirse en la oportunidad de finalmente saborear un campeonato luego de cuatro viajes a postemporada con los Cards, incluyendo una aparición en el Super Bowl en la campaña de 2008, cuando Santonio Holmes y los Steelers les arrebataron el título literalmente en el último minuto.
Ahora, la oportunidad de una vida está frente a él y Fitzgerald tiene las manos atadas. No puede salir a la cancha y aportar, como lo hizo invariablemente con los Cardinals en las temporadas buenas y malas del equipo. Una entrega que le valió el respeto de todo el universo de la NFL al grado de convertirse en uno de esos jugadores que casi todo aficionado, sin importar el equipo, hubiera deseado que ganara un título.
Fitzgerald, agente libre que no ha anunciado formalmente su retiro y bien podría sopesar ponerse el casco y las hombreras para una 18va temporada, actualmente es segundo en la historia en recepciones (1,432), segundo en yardas (17,492), sexto en touchdowns por aire (121) y tiene 11 viajes al Pro Bowl. Pero todos esos logros lucen igual que vacíos que un alhajero sin anillo de Super Bowl.
Sus aspiraciones de finalmente sumar un anillo de Super Bowl dependen, en buena medida, de un jugador con el que se podría establecer un símil profesional con Fitzgerald: Chris Paul. Un laureado y respetado veterano que ha sido líder dentro y fuera de la cancha, y que finalmente llega a sus primeras Finales luego de 16 temporadas en la NBA.
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