Contra todos los pronósticos, los Packers alcanzaron la antesala del Super Bowl la campaña anterior con poco más que Aaron Rodgers y una ofensiva modesta. El paso lógico sería traer ayuda en el draft o la agencia libre para mantener abierta la ventana de campeonato para tu quarterback de 37 años, ¿cierto?
Falso.
En lugar de aprovechar una generación rebosante de talento en la posición de wide receiver en el draft de este año, levantar el teléfono en una temporada baja en la que DeAndre Hopkins, Stefon Diggs, Brandin Cooks y Marquise Goodwin fueron cambiados o apostar por una agencia libre con nombres como Emmanuel Sanders, Robby Anderson o un viejo conocido en Randall Cobb, los Packers optaron por no hacer absolutamente nada.
Literalmente nada.
Bueno, en honor a la verdad, sí hicieron algo: Desatar la polémica con su selección de primera ronda, en un cambio además, para tomar al quarterback Jordan Love. Eso solo significa una de dos cosas. O los Packers están pensando en el futuro cuando el presente indica que están tan cerca del objetivo máximo, o tienen confianza ciega en la capacidad de Rodgers para fabricar ofensiva sin importar los nombres a su alrededor.
Sea cual sea el caso, el panorama es incierto en Green Bay.
Sí, la defensiva brilló a niveles inesperados en la primera temporada de Matt LaFleur como coach y Mike Pettine como coordinador, permitiendo más de 24 puntos en apenas tres juegos de campaña regular gracias, en parte a un perímetro que apenas permitió 19 envíos de touchdown y tuvo la sexta mejor efectividad de toda la NFL en la zona roja.
Pero sin grandes cambios adquisiciones en esa unidad y un calendario mucho más complicado, con visitas a New Orleans, Tampa Bay, Houston y San Francisco programadas, el rendimiento de 2019 podría quedar evidenciado como un espejismo, en especial con la partida del linebacker Blake Martinez.
La de Martinez no fue la única baja sensible. La ofensiva que sumó pocas piezas importantes a pesar de la evidente urgencia —15ta en puntos y apenas cuatro juegos con al menos 30 unidades a favor— vio partir al wide receiver Geronimo Allison (34 rec., 287 yds. y 2 TDs), al tight end Jimmy Graham (38 rec., 447 yds. y 3 TDs) y al tacle derecho titular Brian Bulaga.
Pero mientras Green Bay tenga a Rodgers detrás del centro, hay esperanza.
Green Bay Packers
Récord en 2019: 13-3
Estadio: Lambeau Field
Títulos de Super Bowl: 4 (I, II, XXXI y XLV)
Head Coach: Matt LaFleur
Coordinador ofensivo: Nathaniel Hackett
Coordinador defensivo: Mike Pettine
Movimientos
Altas:
LB -- Christian Kirksey
WR -- Devin Funchess
OT -- Ricky Wagner
Bajas:
OT -- Bryan Bulaga
TE -- Jimmy Graham
LB -- Blake Martinez
Jugador a Seguir
Aaron Rodgers
Cada año es el año en que alguien da por descartado a Aaron Rodgers por cualquier motivo —una supuesta baja de juego, la falta de talento a su alrededor o un cambio en el sistema— y cada año, el estelar pasador de los Packers silencia a un nuevo crítico. Parece que A-Rod no tiene más opción que hacerlo nuevamente ahora que nuevamente se quedó esperando la ayuda urgente de la gerencia en el draft y la agencia libre. Green Bay ha aprendido que mientras Rodgers esté detrás del centro, y sin importar quienes lo acompañen, las cosas resultarán favorables para los Packers.
LeyendAS
Brett Favre
Cuando se habla de historia, no solo de los Packers sino de toda la NFL, es inadmisible pasar por alto el nombre de Favre. "El General" no solo se mantuvo como uno de los pasadores más prolíficos de la liga durante dos décadas, no solo le devolvió a Green Bay el protagonismo y le permitió desempolvar sus vitrinas, sino que revolucionó una de las posiciones más importantes del deporte profesional. Conocido tanto por su determinación como por apostar el todo por el todo a la potencia de su prodigioso brazo, Favre concluyó su carrera de 20 años en la NFL en 2010 con prácticamente todos los récords por tener para un quarterback, sumándose a sus 11 Pro Bowls, tres premios MVP, tres designaciones All-Pro y, por supuesto, un título de Super Bowl.
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