En la NFL no existe tal cosa como un triunfo feo. Pero el debut de Cam Newton con los New England Patriots estuvo bastante cerca de serlo.
Newton corrió para dos touchdowns, comenzó a establecer una relación con Julian Edelman y, más importante que cualquier otra cosa, lució saludable para encaminar a los Patriots a una victoria el domingo 21-11 sobre los Dolphins de Miami, mientras New England inicia el camino hacia su 12do título divisional consecutivo con menos brillo y menos nombres, pero la misma efectividad.
Los Patriots perdieron a Tom Brady, se olvidaron definitivamente de Rob Gronkowski y cortaron a Mohamed Sanu. Nada de eso fue importante el domingo en Foxboro, cuando hicieron la mayor parte del daño por la vía terrestre.
Newton ganó 65 yardas por tierra con touchdowns de cuatro yardas en el segundo cuarto y una escapada de 11 en la primera ofensiva de la segunda mitad, Sony Michel tuvo 37 en 10 acarreos con un viaje a la zona prometida de una yarda con 5:23 por jugar que le dio el seguro a New England y los Patriots en total recurrieron en 40 ocasiones al ataque terrestre para 217 yardas.
Eso fue todo lo necesito Newton para quitarse toda la presión que había sobre sus hombros al ser el primer quarterback no llamado Tom Brady en llevar las riendas de los Patrios en más de dos décadas. Cam se mostró eficiente cuanto tuvo que ir al aire, al completar 15 de 19 envíos para 155 yardas. Igual de importante es haber iniciado una conexión con Edelman, a quien encontró en cinco oportunidades para 57 yardas.
La ofensiva lució sólida. La defensiva se mostró como la misma que encabezó a la NFL la temporada anterior.
Ryan Fitzpatrick lanzó tres intercepciones, la última de ellas a J.C. Jackson en las diagonales con 1:28 en el reloj que significó el tiro de gracia para unos Dolphins que se mostraron como tal como lo que son, un equipo en reconstrucción.
Fitzpatrick completó 20 de 30 envíos para 191 yardas, fue capturado en una ocasión y terminó con un miserable rating de 44.6 puntos. El resto de su ofensiva tampoco fue de gran ayuda. Totalizaron apenas 87 yardas terrestres en 27 acarreos y su único viaje a las diagonales fue en las piernas de Jordan Howard con carrera de una yarda. Por si fuera poco, DeVante Parker salió lesionado en la segunda mitad.
La era Newton comenzó con el pie derecho en New England, con un ataque eficiente, productivo y sin grandes sobresaltos en la transición de pasadores, todas malas noticias para una división que lleva más de dos décadas esperando que se abra una oportunidad.
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