En un devaluado duelo divisional, los Bears se imponen de local a los Lions que en 2021 aún no conocen el triunfo.
El domingo en Soldier Field se encontraron en duelo divisional dos equipos con problemas: Detroit Lions y Chicago Bears.
Los locales venían de perder ante Browns con una ofensiva total de 47 yardas. Los visitantes, con un 0-7 en línea si sumamos el final de la temporada anterior.
Justin Fields, en su segundo partido como abridor de los Bears, llevó a su ofensiva a la zona de anotación en sus dos primeros drives. Apoyado en el RB Montgomery, 106 yds hasta su salida por lesión en el último cuarto, se sacaba la «mufa» tras su olvidable debut.
Del otro lado, Goff también llevaba adelante la ofensiva con autoridad. En el primer drive avanzó hasta la yarda 8, pero un snap incomprensible que acabó en fumble, le devolvió la posesión al rival y el marcador de los Lions se mantuvo en 0.
No fue simplemente un fumble, fue el paradigma del partido. En un relación de fuerzas pareja en la mediocridad, iba a ganar el que menos errores cometiera y está claro que ese equipo fue el local.
La primera anotación de los Lions llegó al final del 3 cuarto, para recortar la distancia a 21-7; ya habían perdido dos oportunidades más de anotar en zona roja. No había certeza, pero tampoco dudas de que el partido a esa altura ya estaba definido.
Fue 24 a 14, pudo haber sido más o menos, ambas ofensivas superaron a las defensas, aunque cierto es que Chicago, independientemente de los errores del rival, lo hacía con mayor facilidad. Pero los dos llegaron. La diferencia estuvo en el hilado fino, ese hilado en el cuál Detroit no logró enhebrar durante todo el partido.
De cara al futuro, Lions visita a Vikings el próximo 10 de octubre en otro duelo divisional. En muchos aspectos, el equipo de Motor City tiene tela para mejorar, pero ninguna innovación técnica va a tener efecto hasta que la conducción de Dan Campbell no logre recomponer la autoestima de un equipo que sale a la cancha derrotado.
Por el lado de los Bears, el mismo domingo 10 vaja a Las Vegas para apostar en un partido que podría imponer un salto de calidad. Es difícil. Raiders, a pesar de la última derrota, es un equipo explosivo en ofensiva y aceptable en defensa que viene sorprendiendo a propios y ajenos en este 2021.
¿Victoria imposible? No necesariamente. Justin Fields demostró capacidad para escalar rápidamente el arco de aprendizaje y con eje en Khalil Mack, la defensa Bear es un monstruo dormido. No obstante, la lesión de David Montgomery (rodilla) es una baja sustancial para las ambiciones del equipo.
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